Primera versión en Rebelión el 14 de septiembre de 2023
Zenzl (o Zensl) Mühsam, protagonista de la Revolución alemana de 1919, fue víctima después de las purgas estalinistas, a las que consiguió sobrevivir. Tras su detención en Rusia, su amigo el escritor y activista ácrata Rudolf Rocker publicó un llamamiento en 1949, relatando los detalles del caso y exigiendo la liberación de Zenzl. Éste es el texto que Piedra Papel acaba de rescatar en 2021. En las palabras liminares que los editores han incorporado, remarcan los padecimientos de una mujer que fue perseguida sucesivamente por el régimen nazi y el estalinista, y plantean la recuperación de su memoria como un homenaje a todas las víctimas.
El autor del libro, Rudolf Rocker (1873-1958), tipógrafo de profesión, desarrolló de forma autodidacta una reflexión sobre los momentos clave de la historia universal que le permitió realizar aportaciones teóricas esenciales al pensamiento libertario. Entre sus libros destaca su monumental Nacionalismo y cultura (1936), en el que un recorrido por el surgimiento y evolución de lo que él denomina “religión estatista” le sirve para concluir que la única forma de superar sus contradicciones es el establecimiento de un socialismo democrático, humanista y libertario.
No menos notable fue la labor periodística y de organización de Rocker dentro del movimiento anarquista, sobre todo durante sus largas estancias en Inglaterra y los EEUU. La obra reseñada, basada en numerosos testimonios epistolares, es un vibrante alegato de denuncia en el que resplandece su inquebrantable compromiso libertario en una época de mentira e infamia entronizadas.
Zenzl Mühsam: una vida en el ojo de todos los huracanes
La protagonista del libro nació como Creszentia Elfinger en la Baviera rural en 1884 y tras trabajar como empleada doméstica, en 1915 contrajo matrimonio con el escritor anarquista antimilitarista Erich Mühsam. En 1919 él tuvo un papel principal en la efímera República de los Consejos de Baviera y ella también fue muy activa en aquellos hechos, con lo que los dos fueron detenidos cuando todo terminó. Erich permaneció preso hasta 1924, y Zenzl, que fue liberada en seguida, se volcó en buscar la amnistía para su marido, para lo cual colaboró con organizaciones comunistas. La relación con ellas continuó después en Berlín, lugar donde se estableció la pareja.
Erich fue uno de los primeros arrestados al llegar Hitler al poder en 1933, y sometido a tortura falleció el año siguiente en el campo de concentración de Oranienburg, cerca de Berlín. El libro reproduce las cartas de Zenzl que describen el desarrollo pormenorizado de los hechos. Días después, cuando la viuda recibe noticias de que su detención es inminente, huye a Praga, a donde logra que lleguen los documentos de su marido. Allí aparece en enero de 1935 un folleto escrito por ella en el que narra la pasión y muerte de Erich Mühsam. Recurre para ello a una editorial de los comunistas, y la buena relación con éstos hace que en agosto de 1935 acepte un ofrecimiento de trasladarse a la URSS junto a su sobrino. Renuente al principio a este viaje, se decidió, según Rocker, al considerar las promesas que se le hacían de publicar algunos volúmenes de Erich en idioma alemán, y también por las posibilidades de que su sobrino encontrara allí un buen empleo.
En la patria del proletariado, Zenzl siguió con su labor de concienciar sobre la amenaza fascista y promover la edición de los escritos de su esposo. Sin embargo, todo da un vuelco en abril de 1936, cuando es arrestada por “actividades trotskistas”. En los meses siguientes, recorre varias cárceles moscovitas, mientras se suceden campañas internacionales apoyándola que logran que en octubre sea liberada. Ya en 1937, firma un acuerdo con el Instituto Gorki por el que vende el legado literario de Erich Mühsam a cambio de una pensión, aunque estos datos proceden de una carta de Zenzl que Rocker sospecha que puede ser una falsificación. En el verano del año siguiente, ella solicita una visa para viajar a los EEUU que no se le concede.
A finales de 1938, Zenzl fue arrestada de nuevo y en unos meses condenada a ocho años en un campo de trabajo por “pertenencia a una organización contrarrevolucionaria”. Con la firma del pacto germano-soviético, según los testimonios recogidos por Rocker, parece ser que nuestra heroína fue incluida en un grupo de revolucionarios alemanes que iba a ser entregado a Hitler, aunque al fin el “regalo” no se materializó. Recluida o confinada permaneció Zenzl largos años y son las preocupantes noticias que desde Rusia llegan sobre ella, las que mueven a Rocker a publicar su folleto en 1949.
Zenzl no fue liberada hasta la muerte de Stalin en 1953. Dos años después se le permitió establecerse en Alemania, donde su mayor inquietud siguió siendo preservar el legado literario de su marido. Al fin logró que algunas obras de éste vieran la luz y también que las sentencias contra ella en la URSS fueran anuladas y su figura rehabilitada. Zenzl Mühsam falleció el 10 de marzo de 1962 en Berlín Este de cáncer de pulmón.
Humanidad en un tiempo inhumano
Los textos epistolares usados por Rudolf Rocker para la confección del libro nos sumergen de lleno, con un sentimiento a flor de piel, en los percances, muchas veces angustiosos, que afectan a los protagonistas. Por otro lado, mientras esto ocurre vemos cómo se ponen en marcha esfuerzos solidarios y se canalizan por todos los medios imaginables la búsqueda de información sobre los desdichados que sufren la represión y los intentos de auxiliarlos.
Lo más emotivo del relato tal vez sean esos nobles impulsos que afloran a cada paso, y que comienzan con la propia motivación del libro, la preocupación de Rocker en 1949 por su buena amiga Zenzl Mühsam, perseguida en Rusia con acusaciones delirantes. Es notable también la inquebrantable fidelidad de Zenzl a la memoria de su marido, que llegó hasta el punto de fijarse como meta, a través de las circunstancias terribles que le tocó vivir, la difusión de su obra literaria.
Con El camino de pasión de Zensl Mühsam, Rudolf Rocker pretendía alertar a la conciencia mundial sobre los crímenes de gobiernos brutales, y textos como éste demostraron ser un arma poderosa para combatirlos. Muchos años después, los testimonios reunidos sobre las experiencias de Zenzl Mühsam bajo los regímenes nazi y soviético, siguen ofreciéndonos un firme alegato sobre la represión en aquella época, y también una visión esperanzadora sobre los infinitos caminos de la solidaridad.